lunes, 9 de agosto de 2010

Una pequeña historia del sábado a la noche

El otro día fuimos a bailar y después de dos horas de fila, en el mismo lugar sin que la fucking fila avance, me cansé y mis amigas también. Me cansé de la gente que se cola en la fila, impidiendo que avancemos. Tendría que haber una hora para hacer la cola. Algo así como que recién a partir de la una, si el lugar habre a la una y media, así todos tenemos la misma ventaja. No hay que ir demasiaaaaado temprano, y el que se confía puede llegar a una hora mas o menos razonable. Pero no, nadie pensó en eso, porqe a los boliches les cabe el quilombo de gente en la puerta para hacerse los importantes. Y yo, para entrar, pagar lo que te hacen pagar y estar tres horas ya con el semi-mal humor, no.
Llamamos a Padre To The Rescue y a la media hora, empezamos a repartir chicas por las calles de Buenos Aires. Ja, todo un pimp padre parece :P pero era todo en ley para que cada una llegara a su casa. Tipo 3 caí en la mía y terminé la velada pasandola bomba con las amigas de mi hermana hasta las 5, cuando me dije 'Bueh, ya fue.'
Saben que es lo peor de toda esta historia?
Pintarte al pedo, sabés lo que es sacarte el terrible delineador de los ojos?!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, sacarte el delineador es lo peor, peor, peor. Pero lo bueno es que lo pasaste bien!
Un beso, Ash. Como siempre un gusto leer el Picnic.

El alter ego de Mabel dijo...

pero uno consume delineador y reactiva la economía. pensalo así, sos un prócer de la patria capitalista.