Juguemos en el Picnic mientras nadie se entera que volví.

Vengo a volver un rato. Le cambié todo el estilo otra vez al blog: ahora tiene pinta de tener mi edad, aparenta los 21 años de mi vida. Sobrio y monocromático, me gusta como quedó y creo que le queda bien al Picnic. Iba a decir de la gente, se acuerdan cuando éramos más de 150? Ahora lo escondí porque debemos quedar 10 de los picniqueros que realmente volverían a leerme. Igual no los culpo, tuve que dejar de lado este lugar del mundo porque claro, eso de tener responsabilidades y tener más sueño que ganas de despertarse, hizo difícil mi estadía el año pasado. Además no hay que olvidarse que aprendí a ser sumamente sintética: ahora sé quejarme en 140 caracteres o menos. Catársis express. Pero bueno, cada tanto necesitamos ser más verborrágicos y si nadie se da cuenta que estoy acá por un tiempo, tengo una sensación de libertad e impunidad intelectual bastante interesante.